Causas de los calambres
La causa exacta es aún desconocida, si bien es cierto que existen ciertas situaciones que pueden conducir a ellos:
– Esfuerzo excesivo (uso excesivo de un músculo en concreto).
– Deshidratación.
– No estar en forma.
– Falta de electrolitos (por ejemplo, sodio) en su dieta o pérdida de éstos, por ejemplo a través del sudor.
– Insuficiente riego sanguíneo en los músculos.
– Altas temperaturas en el momento en el que se realiza el ejercicio físico.
– Técnica de ejercicio deficiente.
De todas éstas, se cree que la causa principal sería el realizar un esfuerzo excesivo –bien sea al realizar el ejercicio físico durante más tiempo o con mayor intensidad. Esto explica por qué es habitual el hecho de tener un calambre al final de una prolongada o extenuante actividad, como una maratón, o después de un ejercicio de alta intensidad como las carreras de velocidad.
Tratamiento de los calambres
Aunque cualquier músculo puede llegar a sufrir un espasmo, los calambres suelen afectar a un grupo de músculos en la:
– Parte frontal del muslo (cuádriceps).
– Parte posterior de muslo (isquiotibiales).
– Pantorrilla (gemelos).